Desde hace muchos años los latifundistas modernos, con el apoyo del gobierno, actúan sin control. Han creado “infiernos” en los cuales predominan relaciones laborales de esclavitud, un modelo de mercado de esclavos que remite a siglos pasados. Los esclavos modernos de Manolada trabajan bajo un ambiente sofocante, y pagan renta a sus explotadores, por barracas y chozas sin agua y sin electricidad, en las cuales viven amontonados. Además, no les remuneran su trabajo.
Tanto el gobierno como las autoridades locales, juegan un papel clave respecto a la violencia ciega de los latifundistas y sus guardaespaldas, en las galeras modernas montadas en Manolada. Nadie puede decir que no sabía.
Hay trabajadores de tierra inmigrantes en muchas regiones del país, donde la situación es parecida, independientemente si los problemas han salido a la luz pública.
PAME exige (para los inmigrantes) que se tomen medidas que garanticen la residencia y el empleo legal, tratar por igual a los trabajadores inmigrantes y griegos, proveer cubrimiento de sanidad, condiciones de vida y trabajo sanas y seguras, protección de todo tipo de terrorismo laboral y abuso de poder a su costa.
Más específicamente, exigimos:
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Que les paguen de inmediato los jornales devengados y que se castiguen los autores de los ataques asesinos.
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A todos los trabajadores de tierra que exigieron sus salarios (y no solamente a los 32 heridos) en Manolada, y también en cualquier caso de terrorismo laboral y de abuso de poder contra trabajadores inmigrantes, que se les entregue el permiso especial de residencia, previsto en el artículo 44 de la Ley 3907-2011, como medida inmediata.
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Entregar permisos de residencia a los trabajadores de tierra inmigrantes.
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Desembolso diario del salario según las horas de trabajo, horas que no deben superar las ocho y que deben reducirse en caso de temperaturas altas, como se aplica en otros sectores.
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Su integración al IKA (el Fondo de Seguridad Social para los trabajadores del sector privado) ya que ofrecen trabajo dependiente y no al OGA (el Fondo de los campesinos).
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Salario digno, por lo menos equivalente al salario de un trabajador no calificado.
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Disposición obligatoria al menos de un día libre por semana.
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Aplicación plena de la legislación laboral a los trabajadores de tierra e inspección por los servicios locales.
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Plena atención médica y cubrimiento de seguridad para todos.
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Firmar acuerdos interestatales con los países de su origen, para la transferencia de sus derechos de seguro social.
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Inspección de los lugares del trabajo por médico laboral al menos una vez al mes.
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Que la patronal y los entes estatales aseguren alojamientos adecuados y saludables, así como su inspección periódica por el servicio de sanidad.
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Asistencia para los hijos de los trabajadores de tierra, garantizar el acceso gratis a las guarderías, escuelas, hospitales y los centros de medicina preventiva para las vacunaciones etc.