Estimados compañeros,
El Frente Militante de Trabajadores de Grecia (PAME), representante del movimiento sindicalista de clase en Grecia, saluda el seminario internacional “La tierra es de quien la trabaja”, celebrado en Paraguay. Queremos expresar nuestra solidaridad a los militantes paraguayos perseguidos, a Rubén Villalba y a las organizaciones que luchan contra la política antipopular. Asimismo, queremos felicitarlos por la iniciativa de organizar este seminario, cuyo tema es un asunto que está preocupando miles de obreros y campesinos en todo el mundo, un asunto que objetivamente está vinculado con la supervivencia y el nivel de vida de los pueblos de cada país.
En los países de la Unión Europea se esta promoviendo una política única para la agricultura, denominada Política Agrícola Común (PAC). La PAC 2014-2020, así como las políticas agrícolas anteriores, no tiene como objetivo aprovecharse de la capacidad productiva del país a fin de asegurar a nivel nacional el abastecimiento de productos básicos de alimentación y mejorar el nivel de vida de los campesinos pobres. Su objetivo final no es otro que servir la competitividad capitalista actual, tanto dentro de la UE como en las relaciones económicas con otros países, a favor de los monopolios industriales. Bajo las nuevas condiciones internacionales, en que prevalece la competitividad agudizada, es imprescindible acelerar la creación de grandes explotaciones agrarias, capitalistas.
Según las declaraciones de la UE, los objetivos básicos perpetuos en cuanto a la agricultura en la UE son dos. El primero concierne a la mejora de su competitividad, de modo que sin subvenciones o reduciéndolas al mínimo, pueda competir en el mercado internacional con los productos agrarios de otros países. Y el segundo concierne en adaptarse a las necesidades del mercado europeo e internacional, como éste mercado se está configurando según la Organización Mundial de Comercio (OMC) y no según las necesidades agroalimentarias de los pueblos.
En cuanto al primer objetivo, la UE considera a la pequeña propiedad agrícola como el obstáculo básico, para la mejora de la competitividad de su producción agraria. Por tanto, la UE pretende resolver a este problema a través de la transformación capitalista de su agricultura, todavía más intensiva. Es decir, con la exterminación masiva de los campesinos pequeños y medianos y la concentración de la tierra y producción en manos de pocos agricultores-comerciales grandes. En cuanto al segundo objetivo, la producción no está calculada a base de las necesidades agroalimentarias de los pueblos, con que más de 850 millones de personas se hallan desnutridas o pasan hambre. Más bien, se calcula a base de la cantidad de alimentos que puedan estar vendidos a precios tales que garanticen beneficios para las industrias de alimentos.
Según todo lo aludido es obvio que la UE desea una producción agraria concreta, que pueda garantizar más ganancias a los industriales y comerciales. Al mismo tiempo quiere que dicha producción provenga de grandes agricultores comerciales, para obtener costo de producción reducido y sea competitiva en el mercado internacional. Este objetivo central, que requiere concentración de la tierra en pocas manos, es el objetivo de las reformas en la producción agraria. Esta concentración se está acelerando durante los últimos años a nivel de la UE y del gobierno griego, en medio de una crisis profunda y prolongada. La meta final es la expansión de las relaciones capitalistas dentro del sector agrario también, es decir la expansión del trabajo asalariado, la dominación de la ganancia capitalista, la ampliación de las explotaciones agrarias capitalistas a través de la concentración de la producción y de la tierra. Esto tiene como consecuencia la reducción de los campesinos pequeños y medianos, ya que mayor parte de ellos, comparando con el pasado, no aguantan bajo las nuevas circunstancias.
El ritmo de disminución de los agricultores pequeños y medianos se calcula a 3,5% cada año en la UE, mientras que en Grecia los agricultores han disminuido durante los últimos 10 años un 35% (del 17% de la población en 2000 al 11% en 2009). La gran mayoría de los agricultores pequeños y medianos está en una situación económica terrible, viendo su ingreso reducirse de manera drástica cada año. Llegan hasta enfrentarse con problemas de supervivencia a causa del gran incremento en el costo de producción, la baja de precios de los productores bajo la presión de industriales-comerciales, el aumento de los impuestos tremendos que el gobierno impone. Es muy característico de que el 50% de los agricultores no tienen asistencia médica-farmacéutica porque no pueden pagar el Seguro Social, mientras están agotados por los impuestos sucesivos sobre su casa, su tierra, su almacén, el petróleo y la electricidad, la salud. Se están ahogando en deudas. Los agricultores y ganaderos pobres, junto a estar procesados por haber participado en luchas de protesta para su supervivencia, están juzgados también para deudas que no pueden pagar, con que se les imponen sanciones.
Antes en Grecia el problema era la redistribución de la tierra. Ahora el problema es el desplazamiento de la mayor parte de los pequeños y medianos agricultores de su tierra. Los campesinos se sublevan porque están sufriendo, no sólo a causa del ingreso, pero porque se les caen encima todos los problemas sociales graves que atormentan nuestro pueblo. El campesino tiene el problema con la carestía de la supuesta educación “gratis”, con las malas condiciones en asuntos de salud, con los problemas en el sector de cultura. La campesina sufre los mismos, y a veces peores tormentos con la mujer de la ciudad. Es una historia conocida, el campesino compra caro los fertilizantes y vende barato sus productos. Obtiene un precio “humillante” para la leche que vende y compra el yogurt y la leche embotellada carísimo. Nunca bajaron los precios para los consumidores, a pesar de la baja de precios respectivos de los productores y la baja en el costo de producción debido a los cultivos más intensivos y con medios tecnológicos modernos.
Sin embargo, dichos objetivos conducen a la exterminación de los agricultores pequeños y medianos y crean callejones sin salida para los jóvenes que desean permanecer en el campo y dedicarse en la agricultura. Callejones sin salida que empeoran a causa de los problemas sociales agudizados que enfrentan, especialmente los jóvenes del campo. Las guarderías infantiles son escasas en las áreas rurales, que consecuentemente dificultan la vida de la campesina. En muchas aldeas y pueblos pequeños no disponen ni siquiera escuela primaria, los servicios públicos de salud están degradados, mientras que para aprovechar de manera creativa del tiempo libre que disponen los jóvenes en áreas rurales no hay alternativa por falta total de infraestructuras culturales y deportivas.
El Frente Militante de Trabajadores de Grecia expresa con firmeza y de hecho su apoyo y solidaridad a las luchas y las reivindicaciones de los agricultores pequeños y medianos. Se trata de una lucha que nos concierne, por que se opone a nuestro enemigo común, la política antipopular del capital y de la UE, que ha lanzado una guerra antipopular sin precedente, por todos los flancos. Una guerra que con portada la PAC extermina los campesinos, impone precios de saldo al agricultor-productor pequeño y ofrece inmensas ganancias a los comerciales grandes de productos agrarios, que consecuentemente imponen precios inaccesibles para el consumidor, la clase obrera y todos los estratos populares del campo y de la ciudad. Así aspiran concentrar la producción agraria en pocas manos de grandes latifundistas que, con criterio la ganancia, producirán productos agrarios de calidad y sanidad dudables. Al mismo tiempo, los campesinos se echarán al desempleo y los trabajadores, los estratos populares pagarán carísimo los productos alimentarios básicos, a favor de la rentabilidad de los grandes latifundistas y comerciales que monopolizarán la producción y comercialización de los productos agrarios.
Los trabajadores y los estratos populares pobres de la ciudad están aplastados bajo la misma política gubernamental, la cual degrada su nivel de vida y atormenta los agricultores, los autónomos, los pequeños comerciantes y artesanos. Por tanto es necesario que fortalezcan un frente común para el rechazo y el derrocamiento de dicha política. Es necesidad urgente, que a través de luchas comunes llevan a la práctica la alianza social, tan indispensable hoy en día, que constituirá el rival eficiente a la estrategia del capital, la famosa competitividad y que creará la perspectiva para cambios socioeconómicos generales. Cambios que llevarán a un camino de desarrollo diferente, en que las riquezas estarán aprovechadas por parte de los que las producen, dentro del marco de un Poder y Economía Popular. En este marco y con esta perspectiva marchamos a la par a las luchas de los campesinos. Condenamos la política en contra de los campesinos y el autoritarismo del gobierno, de la UE y del Capital, con que penalizan las movilizaciones campesinas.
Organizamos el Frente común del movimiento obrero con los agricultores pequeños y medianos en contra al Capital, la Unión Europea, en contra de la Política Agrícola Común.