El Secretariado Ejecutivo de PAME condena la orden del Presidente de Francia de destruir 300 campamentos de romaníes en su país.

Sabemos que acciones como estas son el precedente de nuevos graves ataques a otros estratos de la clase obrera y del estrato pobre popular al cual pertenecen la mayoría de los romaníes.

En nuestro país, hemos visto confirmarse muchas veces el proverbio que dice «cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar». Los ataques contra grupos demográficamente débiles que lanzan la U.E. y los gobiernos que apoyan su política no se llevan a cabo para la protección del pueblo. La táctica de caracterizar de entrada a los romaníes, los inmigrantes y los refugiados como criminales, facilita el camino para la aplicación de medidas más duras. La decisión de expulsión sin derecho al regreso a todos los que no tienen los permisos necesarios de residencia y la posibilidad revocar la ciudadanía a cualquier persona acusada de un ataque contra las fuerzas de seguridad abre las puertas de par en par para la persecución de millones personas romaníes, inmigrantes y refugiados.

El movimiento sindical de clase, los sindicatos y las federaciones deben estar al lado de los grupos de población perseguidos simplemente por su color o por su religión.

Para la clase obrera existe solo un camino, la lucha por la vida sin aislamientos, y la lucha por la abolición de la explotación del hombre por el hombre.

El Secretariado Ejecutivo