Desde la semana pasada Grecia ha sufrido una serie de incendios forestales que hasta el domingo 8 de agosto habían quemado más de 460.000 acres de tierra, bosques, olivos, cultivos y más de 1.000 casas. Una catástrofe que continúa mientras los incendios siguen ardiendo en Evia y otras zonas.
Esta catástrofe no está causada únicamente “por las condiciones meteorológicas extremas y el cambio climático”, como declaró el Gobierno griego. Hace apenas unas semanas, los sindicatos y los habitantes de muchas zonas protestaron por la gran escasez de equipos de extinción de incendios, de recursos humanos y por la falta de un plan integral de lucha contra el fuego. Cuando los sindicatos y las organizaciones locales exigieron medidas de protección contra los incendios, el Gobierno afirmó que “el mecanismo estatal está preparado”. Un ejemplo es que el presupuesto para la lucha contra los incendios este año fue de sólo 1,7 millones de euros cuando al mismo tiempo el Estado griego pagó 6,6 mil millones de euros para la OTAN y 30 millones de euros para la Policía en las Universidades.
No crearon UCIs y camas de hospital contra la pandemia y no consiguieron Camiones de Bomberos y aviones de extinción para prevenir los incendios forestales. Las prioridades del estado burgués las determinan las grandes empresas y cómo se repartirán los “paquetes de desarrollo verde”.
Frente a esta situación desde el primer momento el PAME destacó la necesidad de la solidaridad con las víctimas de la catástrofe. Al mismo tiempo, el PAME declaró
“Hacemos un llamamiento a todos los trabajadores, al pueblo para que muestren la máxima vigilancia allí donde se encuentren, con sentido de la responsabilidad para contribuir a que haya las menores pérdidas posibles en nuestra riqueza forestal, en las zonas rurales y en los hogares. Para ayudar a los pocos y escasos efectivos de la lucha contra el fuego que dan una batalla desigual con las llamas día y noche. Está claro que el pueblo ha quedado a merced de los incendios por parte del gobierno. El único plan que tiene el Estado es “sálvese quien pueda”.
Llamamos a las Centrales Sindicales Regionales de todo el país a organizar equipos de seguridad contra incendios, para ayudar a las fuerzas que custodian los bosques.
Nos coordinaremos con los sindicatos de las zonas afectadas e informaremos para la organización de la recogida de artículos de primera necesidad para los damnificados.
ESPERAMOS SALVAR LOS BOSQUES RESTANTES QUE SON PROPIEDAD DE LA GENTE, LAS ZONAS RURALES Y LOS HOGARES DE LAS PERSONAS”.
El PAME también intervino ante la Unión de Industriales de Grecia y exigió
Cerrar todas las fábricas y centros de trabajo en las zonas con incendios forestales
Garantizar la protección de todos los trabajadores y para ello tomar todas las medidas necesarias
El pago de los salarios de los trabajadores de las empresas afectadas por los incendios, con la responsabilidad de los empresarios y del Estado. Que ningún trabajador sea despedido o puesto en suspensión de empleo
Al mismo tiempo, PAME ha elaborado la siguiente lista de reivindicaciones
La indignación es grande. Lo principal es la protección de la vida humana.
Bajo ninguna circunstancia debe perderse del foco de discusión y lucha el próximo día de las vidas de las víctimas, los trabajadores afectados por los incendios. Exigimos
Que se tomen sin demora todas las medidas inmediatas, que se pongan a disposición todos los medios y se utilicen todas las posibilidades en la lucha por la extinción de los incendios
Que se tomen medidas para evitar nuevos incendios en las zonas forestales, contratando el personal necesario para la vigilancia de las zonas forestales dotado de todos los medios necesarios para la intervención y respuesta inmediata a los incendios
Cierre de todas las fábricas y centros de trabajo en las zonas incendiadas hasta que se garantice la seguridad de las vidas de los trabajadores frente a los incendios y los peligros existentes de reavivación de los mismos.
Garantizar el pago de los salarios de los trabajadores de las empresas afectadas por los incendios, con la responsabilidad de los empresarios y del Estado. Que ningún trabajador sea despedido o suspendido de su trabajo ni sufra recortes salariales, ya que la experiencia demuestra que los grandes empresarios utilizan estos hechos para promover estas medidas antiobreras.
Que se indemnice a los trabajadores cuyo trabajo e ingresos dependen directamente del bosque, como los recolectores de resina, y que ahora se quedan sin ingresos en las zonas de los incendios catastróficos.
La provisión de viviendas, las primeras necesidades urgentes, el restablecimiento de las infraestructuras, el retorno lo más rápido posible a sus pueblos y hogares de los damnificados, el inicio inmediato de las obras contra las inundaciones, el apoyo financiero a todas las familias, agricultores y profesionales, a los que perdieron sus puestos de trabajo, exigen la contratación directa en municipios y regiones, talleres especializados.
No hay que hacerse ilusiones, ni confiar en el Gobierno. Las víctimas de los incendios deben tener el valor de valerse por sí mismas, de formar comités, de que los sindicatos, las asociaciones de agricultores y los profesionales den la cara, de reclamar lo que perdieron. Sólo con su lucha y la solidaridad de todo el pueblo habrá condiciones para permanecer en sus casas, en sus pueblos.
No es fatal ni inevitable quemarse en verano con los incendios forestales y ahogarse con las inundaciones con las primeras lluvias. Las causas son concretas y hay que buscarlas en la política seguida sistemáticamente por todos los gobiernos que promueve la comercialización de la tierra, el desarrollo de los negocios a costa del medio ambiente y de la seguridad de la vida de los trabajadores. “Hacer negocios” en las montañas y los bosques para que unos pocos se beneficien y se sacrifiquen por ello las necesidades de muchos, la seguridad de sus vidas, el trabajo de toda una vida.
PAME llama a la población a expresar su solidaridad con las víctimas de los grandes incendios catastróficos. Que los sindicatos de cada zona organicen la recogida de ayuda solidaria y, en coordinación con los sindicatos de Evia y de las demás zonas afectadas, la entreguen a las víctimas de los incendios.
