PAME saluda la huelga general del 11 de diciembre, convocada por la Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP-IN), en respuesta al proyecto de ley antipopular y antiobrero promovido por el Gobierno del país. El proyecto de ley facilita aún más los despidos «por causa justificada», relaja las restricciones a la subcontratación e introduce nuevas herramientas para intensificar la explotación, como los «bancos de tiempo de trabajo individuales», que permiten aumentar las horas extras hasta en 2 horas al día y 150 horas al año, abriendo el camino a horarios laborales aún más flexibles y agotadores.
El ataque a los derechos de los trabajadores, a los convenios colectivos, a los salarios y al tiempo de trabajo no es un fenómeno exclusivo de Portugal. El mismo escenario se está desarrollando en toda la UE. Se está desarrollando una ofensiva conjunta contra la clase obrera en nombre de la competitividad y la rentabilidad del capital, en el marco de la economía de guerra y de los memorandos permanentes de la UE, implementada por todos los gobiernos, ya se llamen de centroderecha, socialdemócratas o “progresistas”.
En este ataque, los gobiernos no están solos. Sus socios son las burocracias sindicales alineadas con los empleadores y los gobiernos, como la CES en Europa y la comprometida GSEE en Grecia, que llegó incluso a firmar, a petición del gobierno y los empleadores, el vergonzoso acuerdo sobre los convenios colectivos, celebrando como un «progreso» la rendición total de la negociación colectiva a las necesidades dictadas por los beneficios empresariales.
En Grecia, las huelgas masivas del 1 y el 14 de octubre contra la jornada laboral de 13 horas demostraron que se puede frenar la ofensiva antiobrera y que se puede abrir el camino a Convenios Colectivos con aumentos salariales y a la jornada de 7 horas, 5 días a la semana y 35 horas semanales. Las movilizaciones campesinas y los bloqueos de carreteras que se están reinstaurando en todo el país demuestran que la lucha unida de trabajadores y agricultores puede convertirse en una fuerza decisiva para revertir las políticas antipopulares.
Para la clase trabajadora, no hay otro camino que la organización en los sindicatos y la lucha. Así lo demuestran las grandes batallas sindicales en toda Europa, en Italia, Francia, Grecia y otros lugares, contra las jornadas laborales de 13 horas, contra la comercialización de la salud y la educación, contra la pobreza, contra la guerra y el genocidio del pueblo palestino por parte del asesino Estado israelí, y contra el autoritarismo y la economía de guerra que están construyendo los gobiernos de la UE en nombre de los grupos empresariales.
PAME y los sindicatos de Grecia apoyan firmemente a los trabajadores de Portugal y desean todo el éxito para la huelga del 11 de diciembre, para que se convierta en otro hito más en la lucha contra la ofensiva antipopular de los gobiernos, la UE y los monopolios


