Los nuevos acontecimientos tras la decisión de los EE.UU. y otros Estados de la OTAN de permitir el lanzamiento de misiles de largo alcance en territorio ruso, su uso ya por el régimen de Zelensky y la actualización de la doctrina nuclear de Rusia, constituyen una escalada extremadamente peligrosa y constituyen una paso más hacia la generalización y mayor expansión de la guerra OTAN-Rusia, que ya está en marcha.
Una guerra en la que el gobierno griego ha involucrado al pueblo en los peligrosos antagonismos y planes imperialistas.
Exigimos que se saque a Grecia del matadero de la guerra, ahora con más fuerza y con más decisión.
Las huelgas masivas del 20 de noviembre serán una plataforma para condenar las guerras imperialistas y la participación de Grecia en ellas.