Miles de trabajadores se manifestaron en El Pireo el martes 3 de octubre, protestando por las condiciones laborales que incapacitan a los trabajadores, que incluso sacrifican sus vidas en nombre del famoso “desarrollo”, pero también exigiendo que se tomen ya medidas para la protección de la salud y seguridad de los trabajadores.
La movilización se organizó tras dos nuevos crímenes patronales que tuvieron lugar el lunes 2 de octubre. Un “accidente” laboral mortal con víctima, un obrero que trabajaba en un antiguo pozo de alcantarillado, trabajo que había sido encargado a un contratista. Y también una lesión muy grave de otro trabajador en los astilleros de Salamina.
“No más sangre de trabajadores por los beneficios patronales”, exigieron sindicatos y trabajadores de diversos sectores, como del metal, de la construcción, de la limpieza, de los astilleros y de los trabajadores portuarios, municipales y regionales.
Cuando la manifestación llegó al lugar de la muerte de los trabajadores, miles de personas guardaron un minuto de silencio y escribieron con pintura roja.
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